Pero
quien dice “No”, no es por principio, sino que
tiene argumentos para ello, tanto administrativos como medioambientales,
Entre
los administrativos se podría señalar que no pinta nada bien algo que se
esconde a los afectados y se tramita en mugas para que sea el Gobierno central el
competente. No suena nada bien cuando no se comunica a los afectados, que se
enteran por la prensa.
Entre
las medioambientales caben muchas. Primero porque nadie tiene en cuenta los
recursos, -que tanto gustan al Gobierno de Navarra-, de las zonas afectadas y
cómo repercute en los mismos a futuro.
Presupongamos,
que creo que no es cierto, que no hay contaminación. Pongamos que nos ponemos a
hacer agujeros en la Ribera del Ebro. Primero aquí, luego allá y cuando se
acabe qué. ¿Qué señores del Gobierno? ¿Qué les dejamos a nuestros hijos de
herencia? ¿Un territorio agujereado para visitas de los turistas donde puedan
ver lo que fue un vergel y hoy es una plantación de agujeros?
Pero
el problema no serán sólo los agujeros. El desconocimiento de cómo funciona el
medio ambiente es terrible, sobre todo en el Gobierno de Navarra. Y la falta de
memoria también. No recuerdan que la liberalización del suelo, que llenó muchos
bolsillos, nos ha llevado a la crisis actual. Tampoco recuerdan que el DDT era
maravilloso en su tiempo, y hoy está prohibido y todavía se mantiene en
nuestros cuerpos. No entiende la derecha que estamos en un momento crucial, que
es el momento de decidir qué mundo queremos o si queremos que haya mundo. Es
muy fácil decir “estos locos del medio ambiente que no quieren que vivamos
bien, quieren que volvamos a las cavernas. No hacen más que poner pegas al
desarrollo” Y les aplauden, porque ya se encargan ustedes de adoctrinar a los
suyos para que no quieran, ni se interesen por información alguna que pueda venir
del Medio Ambiente. Y, escuchen bien, les podría dar ejemplos concretos sobre
lo que acabo de decir.
Señores,
el Medio Ambiente no funciona con el simple mecanismo de acción-respuesta. Esta
es mucho más compleja y en sus estudios sobre afecciones siempre olvidan algún
factor, sobre todo aquel que se refiere al hombre. Siempre lo consideran a éste
desde un punto de vista económico, pero no tienen en cuenta al hombre desde un
punto de vista humano.
Y
después de esta argumentación, que también puede parecer bonita, les diré
sencillamente, que la Ribera del Ebro tiene recursos. Muchos recursos, que
ustedes no saben o no quieren explotar. Recursos que podrían hacer de esta zona
no un mar de agujeros, sino un mar de diversidad. Tiene potencial agrícola,
pero también potencial para la investigación. ¿Saben lo que es investigar? Me
imagino que no, les encanta enviar a los investigadores a trabajar al
extranjero.
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